jueves, 11 de octubre de 2012

Apariencias



       Se podría decir sin duda alguna, que todas las personas, sin excepción, deseamos ser felices. La incógnita es ¿el que" necesitamos" para serlo?¿que nos impide disfrutar la vida tal cual es, o se nos presente? ¿porque vivimos siempre en un continuo esperar, no se sabe bien el que, que nos permita serlo?

La buscamos fuera, más que dentro, como si esperásemos que un día, por arte de magia se obrase el milagro y por fin se hiciesen realidad todos nuestros sueños. Ese día, el final del cuento sería...y comieron perdices...¿ No es eso una visión un poco infantil de la realidad ? ¿ Podríamos conocer el día sino hubiese noche, la risa sino hubiese llanto, podríamos distinguir lo bueno sin lo malo? ¿Somos realmente tan ilusos al esperar rosas sin espinas? ¿Porqué nos empeñamos entonces, en retrasar su llegada,  como si no dependiese de nosotros?

Lo que realmente nos impide ser felices, somos nosotros mismos, cambiamos el "ser" por el "tener " con demasiada frecuencia, obviamos nuestras carencias y pretendemos llenar ese vacío con cosas aún más vacías, sin valor ni autenticidad. Envoltorios que disfracen nuestra triste realidad, como una máscara de carnaval que oculte nuestros ojos.

Vivimos en una continua pantomima, que nos impide mostrarnos tal y como somos, como si no fuésemos humanos, porque lo que realmente nos importa es esa pose que mostramos a los demás, aunque ellos nos importen poco. Figurillas en una vitrina, esperando ser admiradas, objetos inanimados, con poco o casi nada dentro. Vivimos hacia fuera, más que hacia dentro, mostramos lo que poseemos, más que lo que somos, hasta que lo olvidamos y un buen día, al mirarnos, sin adornos, nos nos reconocemos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario